Permite su uso en interior y exterior así como su uso en fachada, pavimento, suelos interiores, encimeras y elementos de decoración, entre otros.
Su dureza hace que resista mejor que otros materiales las agresiones externas asegurando a sus proyectos una larga permanencia en el tiempo.
Su óptima conductividad y capacidad térmica lo convierten en una excelente solución para el revestimiento de fachadas.
Se adapta muy bien a zonas con condiciones climáticas extremas debido a su compacta estructura y resistencia a la heladicidad y al choque térmico.
El origen natural conlleva que cada pieza sea un elemento único que convierte cada obra en algo exclusivo.